Consejos para crear hábitos de estudio y tarea en casa
¿Cómo Orientar a los niños(as) a tener buenos Hábitos de Estudio?
Comienza temprano: Las habilidades para leer son muy importantes para tener éxito en sus estudios. Lee a
tus hijos todo lo que puedas (todos los días si es posible) les ayuda a desarrollar amor por la lectura. Hoy día
muchos hogares cuentan con computador y acceso a Internet, ahí encontraras muchos sitios educativos y/o
revistas que puedes utilizar en la lectura diaria.
Motiva la curiosidad natural del niño(a): Podemos hacer esto hablando con los niños, escuchándoles,
respondiendo a sus preguntas. Trata de exponer al niño(a) a diferentes experiencias que le estimulen, siéntate
con ellos(as) en el computador y explora los diferentes temas de estudio, muchos mejor si realizas esta
actividad con un libro.
Establece un horario. ¿Cuánto tiempo para descansar después de haber llegado de la escuela? ¿Cuánto tiempo para organizarse? ¿Cuánto tiempo de televisión? ¿Cuándo comer? y ¿Cuando comenzar
a estudiar? El estudio debe darse inmediatamente después que lleguen de la escuela, sentarse a leer, a revisar los cuadernos y estudiar una hora para no olvidar lo aprendido.
Ofrécele una zona tranquila y cómoda para estudiar. Procura que estudie en el mismo lugar todos los días. También asegúrate de que tienen el material necesarios (papel, lápices, etc..) Escoge una habitación o lugar en casa en donde no haya muchas distracciones.
Ayúdale a organizarse. Ayúdale a crear un buen plan de trabajo y ponlo en un lugar donde los dos lo puedan ver fácilmente (Por ejemplo en el refrigerador o en una pizarra)). Al escribir que ejercicios tiene y cuando los tiene que entregar se irá acostumbrando a seguir un plan establecido, que le permitirá disfrutar del tiempo restante.
Esto se puede conseguir mediante un calendario escolar o bien con una simple agenda. Consíguele carpetas
para que guarde sus hojas de ejercicios en un lugar seguro y se mantenga organizado. Felicita a tu hijo por
estudiar mucho y por terminar sus deberes. Recuerda que las tareas no siempre son agradables. No esperes
perfección.
Ofrécele ayuda. Debes estar atento y responder cualquier pregunta que tenga. Trata de darle información sin hacerle los deberes. Al dialogar y hacer preguntas sobre los deberes, le puedes ayudar a reflexionar a fondo y dividir los pasos requeridos de manera que pueda completarlos a tiempo. Estas son algunas preguntas que te pueden ayudar:
a.- ¿Entiendes bien lo que se te pide que hagas? Una vez que el niño (a) haya leído las instrucciones
cuidadosamente, pídele que te explique en sus propias palabras de qué se trata. Si no entiende las
instrucciones, léanlas juntos de nuevo y hablen sobre los ejercicios. ¿Contiene palabras que todavía no se ha aprendido bien? ¿Cómo pueden investigar el significado de estas palabras? Entonces utilicen el diccionario.
b.- ¿Necesitas ayuda para entender cómo hacer este ejercicio? Observa, no tiene una buena base para hacer los ejercicios que le están pidiendo, por ejemplo, si tiene que dividir con decimales y todavía no controla bien la multiplicación difícilmente podrá solucionar el problema. O quizá el profesor necesita explicarle de nuevo cómo aplicar las reglas de puntuación. Si entiende bien la materia, quizás puedas ayudarle con algunos ejemplos. Pero no te olvides de dejar que tu hijo(a) haga sus tareas por su propia cuenta.
c.- ¿Tienes todo lo que necesitas para hacer los deberes? Algunas veces necesitan materiales especiales,
como rotuladores, reglas, un compás, calculadora, mapas o libros de referencia. Revisa todo lo que necesita.
d.- ¿Tiene sentido la forma en que has contestado a las preguntas? Para ver si entiende bien lo que está
haciendo, pídele que te explique cómo resolvió un problema de matemáticas o que te dé un resumen de lo
que escribió en su redacción.
Deja que se responsabilice de sus deberes. No puedes obligar a un niño a que estudie. Los niños(as) tienen
que aprender que ellos son responsables de sus estudios y sus deberes. Concédeles más responsabilidad cada año, en el momento de establecer el horario para sus deberes. Déjales sufrir las consecuencias, si por ejemplo, no entregan un trabajo a tiempo. Tu papel es enseñarles responsabilidad, motivarles y apoyarles.
Debes estar alerta a las señales de frustración Si su niño demuestra señas de frustración, permítele que se
tome un descanso. Anímalo y hazle saber que tienes plena confianza en su capacidad para completar su
trabajo. No dejes de elogiarlo. Las personas de todas las edades responden muy bien al estimulo positivo, los elogios. Y los niños(as) necesitan palabras de aliento de las personas cuyas opiniones cuentan más, sus familias. "¡Muy bien!" o "Has hecho muy buen trabajo" son palabras que traerán gratos resultados. Los niños también necesitan saber cuando no han realizado su mejor esfuerzo. Pero mide siempre que tus críticas sean
constructivas. En vez de decirle "No vas a entregar ese trabajo tan horrible” mejor di, “La profesora va a
entender tus ideas mucho más claramente si te esfuerzas por escribir con más cuidado." Y no dejes de
elogiarle cuando acabe una versión en limpio.
A medida que los niños van adquiriendo buenos hábitos de estudio, desarrollarán la autodisciplina que necesitan para alcanzar éxito en la escuela y en la vida.
Muchos de los problemas respecto al éxito en la escuela, giran alrededor del desarrollo de buenos hábitos de estudio y expectativas respecto a las tareas en casa. Los padres pueden desempeñar un papel importante proveyendo, estímulos, ambiente, y materiales necesarios para que el estudio sea una actividad exitosa.
Algunas cosas generales que los adultos pueden hacer, incluyen:
Establecer una rutina para las comidas, hora de ir a la cama, estudio y hacer la tarea.
Proporcionar libros, materiales y un lugar especial para estudiar.
Animar a los hijos(as) para que estén "listos(as)" para estudiar solos(as) (concentrar su atención y relajarse.)
Estudiar con los hijos(as) periódicamente (deletree en voz alta palabras o utilice tarjetas.)
Una rutina de estudio establecida es muy importante, especialmente para niños pequeños de edad escolar. Si un niño sabe, por ejemplo, que él necesita hacer la tarea inmediatamente después de cenar y antes de ver
televisión, él podrá ajustarse y estar listo, a diferencia de si él hace la tarea cuando quiera.
Tener el concepto de una rutina de estudio, es tener el concepto de un calendario de tareas. Esta idea visual
tiende a ser efectiva, especialmente con niños de edades entre 8 y 12 años.
Muchas gracias por las orientaciones. El porcentaje de aprobados incluye las otras clases a las que les das lengua?. Gracias de nuevo
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